TÍTULO ORIGINAL: Four Rooms
CALIFICACIÓN: 5
Fecha de visión: 1 de diciembre de 2.008
NACIONALIDAD: EE.UU.
AÑO: 1.995
DIRECCIÓN: Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino
INTÉRPRETES: Tim Roth, Antonio Banderas, Madonna, Bruce Willis, Valeria Golino, Sammi Davis, Jennifer Beals, Quentin Tarantino, Amanda De Cadenet, Marisa Tomei, Lili Taylor, Ione Skye, Paul Calderon, Alicia Witt, David Proval
MÚSICA: Combustible Edison
FOTOGRAFÍA: Rodrigo García, Guillermo Navarro, Phil Parmet y Andrzej Sekula (color)
GUIÓN: Allison Anders, Alexandre Rockwell, Robert Rodriguez y Quentin Tarantino
CRÍTICA:
Échele la culpa al botones
Película por episodios -lo cual ya implica, por definición, la existencia de altibajos en el interés y la calidad de la cinta-, cuatro, concretamente, dirigidos por cuatro de las promesas del cine "indie" del momento, cuatro visiones, en teoría, ajenas a lo que normalmente nos ofrecería la industria, con un histriónico y divertido Tim Roth como maestro de ceremonias y nexo conductor de la historia
En la práctica, nos encontramos con dos episodios (los dos primeros) francamente aburridos, absurdos y sin el menor interés, claros exponentes de que la fama que hasta ese momento tenían sus directores se debía a un encumbramiento prematuro por parte de la crítica, como se han encargado ellos mismos de demostrar con su posterior carrera (Allison Anders dedicada casi en exclusiva a poner su nombre en series de más o menos postín, y Alexandre Rockwell dando tumbos sin lograr reeditar viejas y efímeras glorias). Por el contrario, los episodios dirigidos por Rodriguez y Tarantino, sin ser tampoco gran cosa, al menos cumplen, entretienen, sobre todo el del director de "Pulp Fiction", un pequeño homenaje a la serie "Alfred Hitchcock presenta...".
En resumen, una obra pasable, con algún que otro momento divertido, que si se ve, bien, y, si no, también.